La tasa de adopción se trata de un importe que utilizan las protectoras para recuperar una parte del gasto veterinario mínimo que genera el animal, ya que con él entregan la cartilla sanitaria, el microchip, las vacunas al día, la desparasitación interna y externa, testados (los gatos, de leucemia e inmunodeficiencia y, los perros, de leishmania y otras enfermedades) y generalmente castrados, tanto machos como hembras.
Las protectoras no reciben ayudas económicas por parte de la administración pública y se mantienen gracias a los donativos de particulares y la recuperación (en parte) del coste que genera cada animal con la tasa de adopción.
Además este pago suele servir de criba para la gente que no entiende que un animal es un ser vivo con las responsabilidades que ello conlleva. Un nuevo compañero de vida se incorporará a tu familia, tal y como si tuvieses un hijo y, lógicamente, todo hijo genera unos gastos de vida: una alimentación de calidad, accesorios adecuados, cuidados de higiene, prevención ante parásitos, gastos veterinarios derivados de posibles enfermedades… Si no quieres pagar una tasa de adopción, ¿querrás abonar una operación de 1.000 euros ante cualquier problema que pueda surgir?
“¿Por qué tengo que pagar una tasa por adoptar? Eso es que estás haciendo negocio…”
Vamos a hacer unos cálculos básicos de lo que te costaría a precio de mercado lo que te incluye una tasa de adopción normal:
Perra hembra adulta 25 kg:
Esterilización: 350 – 450 euros
Vacunación: 55 – 85 euros
Test: 20 – 30 euros
Chip: 40 – 45 euros
Desparasitación: 7 – 21 euros
Total: 472 – 631 euros
Gato macho adulto 4 kg:
Esterilización: 90 – 100 euros
Vacunación: 55 – 85 euros
Test: 20 – 30 euros
Chip: 40 – 45 euros
Desparasitación: 7 – 21 euros
Total: 212 – 281 euros
*Datos variables dependiendo de la clínica veterinaria. En cachorros subirían los costes, ya que el protocolo sanitario conlleva más vacunaciones.
Ante estos cálculos no debemos obviar el hecho de que las asociaciones cobran la misma tasa sea un animal que lleva un mes a su cargo o tres años, sea un animal atropellado en el que han tenido que invertir miles de euros en cirugías… o un cachorro.
“Comprar un animal, sin contar con los costes sanitarios incluidos en una tasa de adopción, puede oscilar entre 500 y 1.500 euros”
Imaginaros el caso de un gato atropellado con diversas fracturas, lógicamente, como entidad que vela por los animales se intenta hacer todo lo posible por salvarle si va a tener una vida digna, pues vamos allá… cirugías, pruebas específicas como radiografías o ecografías, hospitalizaciones y medicaciones, entre 1.000 y 2.000 euros de gasto. Esos altísimos costes nunca se le cobran al adoptante.
Además, debemos tener en cuenta que la asociación asume muchos más gastos, como la alimentación de los animales, tratamientos durante su estancia en el centro, medicaciones… por no hablar de los costes de la electricidad, agua, así como muchos otros que pueden surgir en cualquier momento, como contratación de educadores caninos, costas de juicios por denuncias por maltrato animal, merchandising para recaudar fondos…
Los costes derivados de la protección de los animales deberían ser una partida presupuestaria del Estado, ya que es una responsabilidad de los gobiernos y, a pesar de ello, las asociaciones se hacen cargo de estos gastos para salvar miles de vidas.